SUSANA ALCAIDE// Ahora los consulados y las embajadas se ven más concurrridas que nunca, y con una expectación mediatica que antes, por si solos, no tenían.
Y es que las protestas también se han extendido a Centroeuropa. Tras las movilizaciones celebradas en algunas ciudades de Europa occidental, como París, Berlín o Lisboa, hoy los países que se suman al movimiento 15 M son más.
20 Mayo.Protesta Berlín, apoyo indnados 15 M de España.
En Budapest, decenas de jóvenes "indignados" se reunieron ante la embajada de España para apoyar la protesta con carteles en los que se podían leer frases como: "¡Estamos hartos" o "¡No aguantamos más!", "El sistema no funciona. Tenemos que cambiarlo por otro mejor que nos represente a todos"…
En Varsovia, medio centenar de jóvenes se juntaron ante la embajada española, para reclamar "una democracia real, de verdad, participativa".
Los manifestantes corean consignas como "Queremos un pisito como el del principito" o "Lo llaman democracia y no lo es", y mostraron pancartas con lemas similares a los que se pueden ver en las ciudades españolas.
Fuera de Europa, hubo protestas en Israel y Marruecos.
En Marruecos, hubo movilizaciones en Rabat y Tánger, donde decenas de personas, en su mayoría españoles, se concentraron frente a los consulados para apoyar al 15-M.
Unas 30 personas se reunieron ante el consulado en Rabat y exhibieron carteles y consignas similares a las que se están viendo estos días en las principales plazas españolas.
Los jóvenes, casi todos ellos españoles residentes en la capital marroquí, lamentan no poder estar en estos momentos en su país para sumarse directamente a las protestas que han sacado a miles de personas a las calles.
Pero no solo centroeuropa o el norte de África muestra el apoyo al país español, o más concretamente a los “indignados” españoles, latinoamerica se ha llenado de concentraciones en puertas de embajadas dando su apoyo a los indignados españoles del 15 M.
A pesar del descenso de fuerza del movimiento tras varios días largos e intensos de lucha, el movimiento sigue en pie, no en declive, sí en descentralización; pero con el apoyo internacional, la lucha será más fácil y mejor acogida. Si sigue el sentimiento, seguirá el movimiento.
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