30 abr 2011

Cut Copy vuelven con más himnos, y nos encanta

CHRISTIAN ANTÓN// ¿El verano ya llegó? Casi. Como ellos son australianos y en su hemisferio disfrutan de tórridas temperaturas, voley playa y piscina, a nosotros nos queda crear nuestro propio chiringuito mental con el tercer álbum de estudio de Cut Copy, una cosechadora de influencias de los últimos treinta años. Se trata de una grabación de conjunto donde Dan Whitford y compañía elevan su sonidos a una categoría superior, siendo la punta de lanza de todos los “copiones” (realmente discípulos) que han predicado su palabra armónica, esa etiqueta dance-rock, desde la aparición de los australianos en 2004. Un serio trabajo de transición que no es el disco de himnos que fue In Ghost Colours (2008), pelotazo tras pelotazo, sino una obra continuada que no tiene porque ser lo mejor de siete años de carrera, simplemente una línea de pintura y no motas coloreadas.



El dance-rock queda atrás, quizás esa vitola ha quedado demasiado superficial una vez adentrados en una nueva década y la feroz dinámica de las tendencias y las etiquetas lleva a Cut Copy a otra esfera. Whitford es un apóstol del pop, siempre lo ha sido y el arranque con Need You Now, una explosión de sugerente éxtasis, es la primera prueba de como vendimiar con euforia el mejor pop de los setenta y los ochenta. El mesianismo pop del vocalista y líder de Cut Copy lleva a piezas desde al homenaje a LCD Soundsytem (Blink And You’ll Miss A Revolution), de los cuales nos podemos contentar con esto porque han confirmado hace unos días su separación para siempre, hasta suaves vientos psicodélicos (This Is All We’ve Got) pasando por la omnipresencia de Tom Tom Club en la cuarta pista, Pharaohs & Pyramids.
Son melodías fuertes donde las vocales esta vez son superlativas, alcanzan un protagonismo más arrogante. Los soleados sintetizadores, la reincidencia en la percusión, muchas veces de estilo tropical, con beats más caribeños, solo nos hace pensar en el verano. Take Me Over es el paradigma de las sensaciones estivales de esta grabación, líneas de bajo claras y Whitford arrancándose el “take me over” en la más pura esencia de party ochentera.